Friday, March 24, 2006

Mi Padre y mi Madre, la historia completa

Mi Padre (parte 1)

Nació en Horcón, entre los años 1930 y 1932, (en ese tiempo a los niños los inscribían en Quintero cuando ya caminaban y su madre nunca se acordó de la fecha exacta) en una familia humilde y con la educación que da la vida. Horcón es una caleta preciosa donde en ese tiempo el cerro que enfrenta la costanera actual llegaba hasta la playa. Era un lugar al que se llegaba o a caballo o en una micro que llegaba alguna vez. No habían Hipies, ni veraneantes, tal vez sólo un negocio y el agua se sacaba de un pozo que era para todo el pequeño pueblo. Él creció al amparo de Dios, lejos de toda civilización. Trabajo desde los 5 años, sólo obedeciendo a su padre y madre, quienes le mostraron la parte difícil de la vida, trabajar duro y más duro. A los ocho años su padre lo colgaba junto a uno de sus hermanos menores desde la punta de un cerro y tuvieron que picarlo hasta hacer un espacio suficiente para poner el restaurante Las Rocas. Después de esto tenía que encarnar los espineles. Cuando tenía diez años murió su padre y quedaron los tres hijos a merced del nuevo marido de mi abuela con quien tuvo cinco hijos más. Al crecer siguió trabajando en lo único que se podía hacer, pescar. Comenzó con un bote a remos ganando sólo para sobrevivir. Su mundo era trabajar duro, demasiado duro, vigilando el mar, su adorado mar, el cielo, el viento y aprendiendo a través de las estrellas como volver a casa cada vez que partía hacia ese mar amado pero muchas veces tenebroso cuando no había luna que iluminara algo a su alrrededor. Su visión del mundo era sólo eso, botes, playa, mar y aceptar a cuanta mujer cayera obsesionada por tener un rato al más atractivo hombre macho que había en ese lugar.....


Mi Madre (parte1)

Nació el 7 de marzo de 1932 en cuna de oro, en una familia aristocrática y riquísima. Fue la primera de cuatro hermanos y vivió en el fundo El Parral hasta aproximadamente los 15 años. Tuvo institutriz para educarla y daba exámenes libres cada año. Sus horas y días en que podía divertirse se dedicaba en el campo a cazar murciélagos hasta que logró hacerse una capa que la usaba para jugar. Todos los días cabalgaba por los cerros pertenecientes al fundo por largas horas. Sus padres, el Ingeniero y ella Pintora les dieron una fantástica niñez y adorables fiestas para las presentaciones en sociedad usadas en esa época. También los fundos cercanos pertenecían a los hermanos de mis abuelos por lo que pasaban largas temporadas disfrutando del campo y la playa junto a sus primos y tíos. En esa época las niñas nacidas "bien" no estudiaban carreras especiales. Debían estar preparadas para saber manejar a la perfección una casa, manejar a los empleados, bordar, el manual de Carreño se lo sabían y aplicaban a la perfección, pues supuestamente su futuro se aseguraba casándose con un hombre de fortuna, heredada por supuesto y al mismo tiempo que tuviera una carrera que le proporcionaría la misma vida fácil que les daban sus padres. Pero a mi mamá el destino le tenía preparada una sorpresa para la cual nadie, ni siquiera en sueños, pudo imaginar.....


Mi madre (parte 2)

Tal vez cuando mi madre tenía entre 17 o 18 años, su padre hizo pésimos negocios y tuvieron que vender el fundo para trasladarse definitivamente a Santiago. El comenzó a trabajar como Ingeniero en la Municipalidad de Santiago y su madre continuó pintando y dirigiendo la casa como estaba acostumbrada. Su estilo de vida, excepto por el cambio a la ciudad, siguió siendo el mismo. Cuando mi madre sintió que tenía que hacer algo con su vida, estudió catequesis para hacer clases a los niños pobres en las parroquias. También, sin el consentimiento de su padre, empezó con un primo (F.J.E.) a realizar su propio negocio. Vendía huevos. ¡Oh! que horror, para una familia como la suya.Al enterarse su padre, casi la partió en dos y mi madre, que era tremendamente idealista y le importaba un bledo el que dirán, siguió con su negocio, hasta que, después de haber hecho el "negocio de su vida", pues le entregó todo su capital en huevos a un "señor", lo que le daría excelentes dividendos, cuando correspondía el pago, le fue a cobrar, y este "señor" la salió a recibir con un inmenso cuchillo en la mano y enterrándolo fuertemente en una sandia tan grande como su barriga le dijo: "usted no me ha entregado ningún huevo en el último mes, así es que vuelva por donde vino y no regrese". Mi madre se dió media vuelta y pensó: A buen entendedor, pocas palabras y se fue. Ese día se le término su fantástico negocio.Por aquel tiempo, los otros dos hermanos y la hermana de mi mamá, vivían a costillas de sus padres, el menor de ellos, diez años menor que mi mamá, se dedicaba a contar las maravillas de sus estudios en Ingeniería y hacía pitutos para conseguir una mujer acorde con "su estilo de vida y clase social" - No les comenté que mi tío no terminó ni el colegio - y se casó con una mujer muy distinguida, profesora, y ha continuado, aún, a veces no teniendo ni un peso, con su excelente standar de vida. El otro hermano, también sin estudios, hizó lo mismo, y no se cómo, teniendo siete hijos, mantuvo su standar hasta que murió hace unos ocho años. Mi tía, se quedó solterona, y ha vivido con los dos montepíos que le dejo su padre al morir.Volviendo a mi madre, después de perder su negocio, entró a trabajar a la SKF durante ocho años y luego se cambió a trabajar a ENAMI como secretaria.......


Mi padre (parte 2)

Y esto del atractivo hombre macho no es más que la simple realidad. Medía 1,85 m. de altura, gran espalda (formada por el trabajo duro en el mar), ojos verdes, pelo castaño descolorido por el Sol, piel blanca siempre tostada y manos muy grandes y fuertes. Cosa aparte es el tamaño del pie, calzaba 45...A diferencia de todos los otros pescadores artesanales, a quien se los veía y se los ve en las tardes en la caleta conversando, sucios y malolientes o metidos en una cantina tomando pipeño, mi papá volvía del mar directo a la ducha, se afeitaba dos veces al día, se peinaba, se bañaba en colonia, se ponía short, alpargatas, polera y su infaltable cajetilla de cigarros life y salía solo a caminar por la playa, revisaba el bote para la noche -tanto ayer como hoy, los pescadores salen a la mar a las 3:00 de la mañana, dependiendo de la época del año- y no se unía a los otros pescadores, pues con la vida que tuvo desde pequeño se transformó en un hombre muy huraño, y esto hacía que las mujeres lo persiguieran para estar con él. No tengo idea de cuantas mujeres pasaron por su cama, pero ya de grande me enteré que le decían el Rey.El primer bote que se compró se llamó Reina de Horcón, pero más adelante les cuento por qué.Entre las historias que me contaron algunas de mis tías, hermanas y hermanastras de mi papá, es que él, desde los 17 años, aparte de las mujeres que normalmente tenía, hubo una especial con quien vivió diez años y de quien aprendió a vivir civilizadamente, su nombre era Yerka, una bailarina de Ballet clásico rusa, que lo conoció en sus diarios paseos por la playa y nunca más volvió a su país, porque se enamoró perdidamente de él.Cuentan que un día la encontraron en su cama muerta de un martillazo en la cabeza, pero nadie sabe que pasó o quien la mató....


Mi padre (parte 3, recuerdos)

"Eran tiempos difíciles, mi padrastro Soro me daba unas palizas horribles cada vez que iba a la escuela y no alcanzaba a trabajar lo suficiente para llevarle suficiente plata para que él se emborrachara hasta quedar tirado. Debo haber tenido como seis años. Por eso si estudiaba me arrancaba de la escuela y prefería trabajar, por el terror que sentía cada vez que volvía a la casa, sabía muy bien que me quitarían toda la plata y además me llegarían golpes porque siempre era poco el dinero. A mi hermano chico, también le pasaba lo mismo, pero a mis hermanastros no les exigían como a nosotros.Cuando empecé la adolescencia estaba harto de tantos malos tratos y ya sabía muchas cosas de la mar. Pero para arrancar de mi realidad estuve tomando mucho, junto a los demás de la Caleta. En una de mis largas caminatas pense en que mi vida no podía seguir así. Me juré no volver a tomar y a no tener el futuro que todos tenían. Me arranqué al sur. Llegue a las Balleneras y conocí algunas personas que me consiguieron trabajo y me enseñaron todo lo que sabían. Ahí aprendí a conocer el estado de la mar, ubicarme por las estrellas, saber cuando se presentaría una tormenta días antes de que llegara. Fueron lindos años. Tres o cuatro. Aprendí a ser autosuficiente y prometí que nunca más nadie me diría que hacer o que no. Cuando volviera a Horcón sería mi propio jefe. Y así me devolví, Lleno de conocimientos que nadie más tenía. Había juntado algo de plata. Me compré mi primer bote.Trabajaba día y noche. Sabía trabajar. Sabía que era el mejor. Había aprendido como tirar los espineles, a la hora exacta y el lugar exacto y porque los peces se desplazan. Siempre volvía con el bote cargado. Muchos querían trabajar para mí, pero aún me faltaba capital para comprar una lancha con un buen motor que me permitiera hacer lo que yo quería hacer.Muchas veces algunos pescadores se iban detrás mío y trataban de tirar sus espineles cerca de los míos, pero no pescaban casi nada. Después se empezó a correr el rumor de que a mí me iba tan bien porque tenía que haber hecho un pacto con el diablo. Nadie supuso que el haber salido a ver otro mundo que ellos no conocían me había abierto la mente y había aprendido donde estaban los cardúmenes y como encontrarlos.


Mi madre (parte 3, recuerdos)

"Al llegar a Santiago pase mucho tiempo antes de conformarme y asumir que nunca más tendría todo lo que había tenido y hecho en el fundo.Era una adolescente soñadora, que jamás pense que algún día cambiaríamos la libertad de los campos, el despertar con el canto del gallo y el acostarse al esconder el sol, por una casa, grande y linda, por cierto, pero en la ciudad.Mi vida tuvo un giro radical, entre al colegio La Messonette, no era feliz, pero me acostumbre. Al año siguiente me cambiaron al Universitario Inglés, pero por los problemas económicos que mis papás tenían, según ellos, tuvieron que cambiarme al colegio Las Carmelitas. Fue un período horrible en mi vida, no podía soportarlo. La niña que se sentaba en el pupitre delante del mío tenía las uñas largas y sucias y se rascaba la cabeza y se entretenía limpiándoselas hacia mi,Por lo menos por un año le rogué a mi mamá que me sacara de ese colegio. Llore tanto, pero tanto, que me retiraron y empecé a estudiar sola y a dar exámenes libres.El verano era lo más maravilloso que podía pasar. Me iba por largos períodos, con mi hermana y mi mejor amiga a su casa de Reñaca. No habían muchas casas. Teníamos la playa casi para nosotras. Nos juntábamos con unos primos y amigos de ella y tomábamos sol hasta cansarnos. Podía dar largas caminatas por la playa jugando con el agua. Todas las noches nuestra entretención era juntarnos en la playa y hacer grandes fogatas, cantando con la compañía de la guitarra de uno de ellos. Ver las estrellas y escuchar el mar, reventando sus olas al llegar a la orilla era mi fascinación. No había nada más que hacer, sólo leer un buen libro o escuchar historias de nuestras familias contadas por la mamá de mi amiga.Tuve muchos pinches, pero a todos después de poco tiempo los dejaba. No tenían lo que yo esperaba. Eran muy distinguidos y de excelentes familias, muchos de ellos estaban perdidamente enamorados de mí, pero yo no de ellos.Un día me presentaron a un amigo de un primo de mi amiga. Empezamos a conocernos y pense por primera vez que tal vez podríamos llegar a formalizar algo, el único problema, que al igual que yo, su familia había perdido su fortuna, pero a mi no me importaba.Después de varios meses de pololeo, estando en Santiago, me entero que él se casaba. Llegó a verme y le pregunté que pasaba, me dijo que nada, pero al poco tiempo supe que la feliz novia que se casaba con mi pololo era mi amiga, mi mejor amiga, la que me invitaba desde niñas a veranear con ella, la que era mi confidente, la que me había prometido su amistad eternamente, la que tuvo el descaro de mantener una relación con él a espaldas mías y por supuesto, para mi pololo primo la gran fortuna que tenía la familia de ella.Pero Dios no se equivoca, ese buen hombre, "sincero, honesto y que me amaba" se demoró pocos años en hacer zumbar la fortuna de sus suegros, haciendo pésimos negocios y años después, le pidieron la nulidad. Tiempo después volvió a suplicar perdón, pero para mi la vida había cambiado y él fue caso cerrado el día que se casó"".


Mi madre (parte 4)

Mi mamá siempre tenía que salir con su hermana, de chaperona, era lo acostumbrado en esa época.Estaban recorriendo algunas playas, conociendo diferentes lugares, a los que se podía llegar en micro. Un día llegaron a Ventanas. Alguien les comento de una caleta preciosa pero a la que había que llegar caminando. El espíritu de aventura de mi mamá no podía esperar conocer lo que le habían descrito.Se fueron caminando a Horcón y mientras se acercaban se enamoró del pueblo. Demasiados bosques rodeaban el camino y al comenzar a bajar vio un poco a la distancia, los botes, el mar. Era un día soleado, atrayente, con poquísimas casas, muy humildes, pero desde las cuales la gente saludaba desde la puerta. ¡Oh! que lugar mas maravilloso. Con el encanto de lo desconocido y con miles de cosas por descubrir. Almorzaron en el único restaurante que se veía ordenado y limpio. Era como un pequeño refugio, ubicado frente al mar y que tenía algunas habitaciones para arrendar. Arancibia se llamaba y todavía existe.Conversaron horas y horas con las dueñas, amables y acogedoras. Les contaron anécdotas del pueblo y las siguientes visitas se quedaban con ellas.Tiempo después, en otras visitas a la caleta conocieron algunos personajes del pueblo. Uno de ellos les comenzó a arrendar un sitio cercano a su casa para que pudieran ir a acampar.Fueron a acampar varias veces con otras amigas, pero al estar en la playa, un día vío al que pensó era un veraneante, estupendo, que la miraba mientras veía una enorme enciclopedía.Quedó impactada con ese hombre, no le podía sacar la vista de encima, pero era una dama así es que intentó por todos los medios de que él no se diera cuenta de quien lo observaba mas de la cuenta....


Mi padre (parte 4)

Se hizo mucho tiempo después, una investigación por la muerte de Yerka. Hubo un novio que jamás acepto que ella estuviera con mi papá y jamás dejó de molestarla. Esto se sabía muy poco, pues él no aparecía mucho por Horcón. Al final se comprobó que era él quien la había matado en un ataque de rabia mientras mi papá estaba trabajando. Le dieron cinco años y un día de cárcel y nunca mas se supo de él.Al año siguiente, mi papá seguía con su vida habitual, trabajando mucho y juntando plata. Se arrancaba con las mujeres a los bosques que partían desde Horcón hasta, en ese entonces la puntilla (hacía Cau-Cau). Su vida seguía siendo bastante rutinaria, pasarlo bien en sus descansos que no eran muchos y viviendo la vida a su antojo.Ya tenía alrededor de veintiocho años. Había divisado a un grupo de amigas que iban algunas veces a la Caleta. Un día, leyendo una gran enciclopedia, se tendíó en la playa y comenzó a mirar a una regia veraneante que se destacaba por sobre las demás por ser muy bonita, se hizó el tonto y se trató de concentrar en su lectura, pero sus ojos seguían a esa mujer que irremediablemente lo tenía desconcentrado.....


Mi padre y mi madre (parte 5)

Al día siguiente, estando mi mamá tomando sol durante la tarde, un poco alejada de su hermana y amigas, porque quería estar sola, había quedado con la imagen de ese hombre clavada en su mente durante toda la noche, de repente le dicen: "Srta. Marité, le quiero presentar a un amigo que desea conocerla, el es O.A.C." Sorprendida mi mamá saluda con una gran sonrisa - el que los estaba presentando era el señor que le arrendaba el terreno para acampar - y se quedan mirando. Debe haber pasado un segundo que pareció una eternidad, y mi papá le hizo señas al señor para que se fuera y se sentó al lado de mi mamá. Fue una conversación breve, mi papá no sabía acercarse a conquistar mujeres y menos de la clase social de mi mamá y ella embelesada por él fue muy poco lo que se le vino a la mente para poder hablar - raro en mi mamá que hablaba hasta por los codos y era el centro de atención de todas las fiestas y reuniones-.Durante un largo rato se dedicaron a mirar el mar, mi mamá tenía a su lado al hombre que le había quitado el sueño y mi papá, con lo poco que hablaba sólo la miraba.Abstrayéndose de todo lo que pasaba a su alrededor, mi mamá, creyendo que era un veraneante, comenzó a preguntarle de donde venía, por qué iba de vacaciones a ese lugar tan alejado. Gran sorpresa cuando él le cuenta que siempre ha vivido ahí. Después la típica pregunta: ¿a qué te dedicas acá? y él con su mejor sonrisa le dice que es pescador y la lleva a conocer su bote. Le empieza a contar cosas del mar, cosas de la pesca, de todo lo que él hace. Para mi mamá, que hasta ese minuto eran cosas de las que jamás se había preocupado y de las que nada sabía, lo escuchaba, como se escucha al más grande genio de todos los tiempos. Todo lo que él decía era impresionante y maravilloso.Fue una tarde perfecta, la mas perfecta que había tenido mi mamá en su vida, y al parecer también para mi papá, la cosa es que estaba oscureciendo y debía volver con su hermana. Se despidieron, el se quedó en la playa y mi mamá se volvió a acampar con la sonrisa más hermosa que puede tener una mujer el día que Dios le pone al hombre de su vida al frente. Se enamoró perdidamente, como jamás supuso se podía enamorar, porque ahí supo que nunca antes había estado enamorada.Al día siguiente, probablemente después de contar en la noche todo lo que le había pasado y lo fantástico que era el hombre que había conocido, casi no durmió y levantándose al amanecer se dedicó a tratar de ver si llegaba el bote de él. Quería volver a verlo, pero no tenía que notarse tanto. Tenía que hacer que el próximo encuentro fuera casualidad....


Mi padre y mi madre (parte 6)

No vio llegar el bote, desilucionada siguió el día con sus amigas. Faltaba poco para terminar las vacaciones y tenía que volver luego a Santiago.Esa misma tarde lo divisó en la caleta, partió al agua para hacer que él la viera. Él no se acercó en ese rato, tenía que arreglarse para salir en la tarde (era terriblemente pretencioso) y no iba a permitir que mi mamá lo viera llegando del mar, sucio y desarreglado.En la tarde se le acercó y la dicha de mi mamá era como estar en el cielo. Se empezaron a conocer y se juntaban todos los días en la playa. (mi mamá no podía ir a ningún sitio sin chaperona) así que no le quedaba más remedio que intentar estar lo más que se podía con él cerca de su hermana.Se acabó el verano y mi mamá tenía que volver. Se había iniciado un romance que a mi mamá la tenía en el cielo.Pasaron dos semanas y mi mamá se fue sola con mi tía a pasar el fin de semana a Horcón.Así continuaron enamorándose cada vez más. Mi mamá viajaba dos veces al mes los fines de semana.Mi mamá tenía 28 años cuando conoció a mi papá. En su casa nadie sabía aún de esta relación, pero ya como a los tres años de estar pololeando, mi mamá lo invitó a Santiago a conocer a sus padres. Les había preparado un poco el camino, pero sabiendo en lo profundo de su ser que no les parecería bien. No por como era, sino por lo que hacía y de donde provenía. El caso es que lo llevó a su casa - era la primera vez que mi papá venía a Santiago en su vida -, lo recibieron bien, como corresponde a una visita, pero ¡Uf! después que el partió quedo la embarrada. Le prohibieron rotundamente volver a verlo. A los hermanos de mi mamá casi les dió un síncope, ¿cómo podía ella estar con un "roto" de esa categoría?.Mi mamá no le dijo nada a mi papá por supuesto, y él encontró tan horrible vivir en una ciudad, donde se ahogaba que no volvió hasta mucho tiempo después.Su mamá había tenido varios infartos y esto casi la mata. Su papá dijo no más, y se supuso que ella iba a obedecerles. Ya tenía 31 años y querían hacer que ella hiciera lo que ellos mandaban, ¡No, al diablo con ellos!, pero por temor a afectar la salud de su madre y por el respeto que les tenía, los hizo pensar que obedecería. Tuvo que detener un poco las salida por un tiempo y después continúo viajando a verlo los fines de semana, y en sus vacaciones se iba con su hermana a acampar.Pasaron dos años más pololeando y mi mamá esperando que él le propusiera matrimonio, pero jamás se discutió el tema. Ya llevaban cinco años, y mi papá al parecer no tenía en su mente casarse, pues a él no le interesaba firmar papeles.Un día, ya aburrida de tanto esperar le dijó: "Llevamos demasiado tiempo pololeando y tu no me propones matrimonio, así que no voy a volver más a verte". Mi papá no se dio por aludido y la dejó devolverse sin más.Un mes después, cuando mi mamá había perdido todas las esperanzas de volver a saber de él, recibe un llamado, al contestar escucha a mi papá que le dice "bueno ya" (gran conversación, ni siquiera saludo), y mi mamá le dijó "bueno ya, ¡Qué?, a lo que mi papá le contesta "bueno, casémonos".Ahí mi mamá volvío a Horcón en cuanto pudo para ver como lo hacían pues nadie podía enterarse en su familia que se casarían......


Mi padre y mi madre (parte 7)

Mi mamá tuvo que hablar con el sacerdote de la Iglesia Santa Bernardita, que era la correspondiente a su barrio y contarle la situación de que nadie podía enterarse que se casaría y todos los motivos del por qué - pués en esos años era obligatorio que durante tres domingos seguidos, en misa, se avisaba quienes contraerían matrimonio -.Se casó por el civil el 20 de mayo de 1965 y el 21 de mayo, al día siguiente, por la Iglesia.Era la segunda vez que mi papá viajaba a Santiago.Al matrimonio asistieron solamente la hermana de mi mamá y la mejor amiga de ese entonces, quienes fueron las testigos, el sacerdote y ellos dos. Se realizó en absoluta reserva. La amiga de mi mamá fue la fotógrafa. Después directo se fueron tres días de luna de miel al hotel Miramar y mi mamá se devolvió a la casa de su mamá, como si nada.Durante un año viajó dos veces al mes a estar ahora con su marido. Pero un día, en una de sus "arrancadas" a Horcón, se le quedaron las fotos del matrimonio encima del velador. Su mamá las encontró y se supo todo.Cuando volvió le tenían hechas las maletas, la desheredaron y le dijeron que ya no tenía padres y que se largara.Mi mamá tomó sus cosas, y se fue a vivir definitivamente con mi papá. Consiguió trabajo de secretaria en ENAMI Ventanas.Comenzaron su vida juntos sin un peso. Vivían en una casita frente al mar (la que es hoy donde están los juegos), tenían ventanas de plástico, piso de tierra, sin agua, sin electricidad, sin nada.De a poco mi mamá compró un humilde comedor y la cama de dos plazas. Lo que ganaba mi papá lo dejaba para poder comprar una lancha y lo poco que le quedaba a mi mamá se lo daba a él para cumplir su objetivo.Por fin mi papá se compró la lancha con un regio motor. (gracias al trabajo de mi mamá) Por eso le puso a la lancha Reina de Horcón. Para mi papá mi mamá era una Reina. Y cómo no, si había dejado todas las comodidades de su casa en Santiago, y había perdido a su familia por él.Mientras tanto mi mamá quedó embarazada porque lo único que hacía mi papá era pedirle que tuvieran una guagua. Mi mamá no había planificado tener hijos, pero le dio el gusto a mi papá y el 26 de junio de 1967 nací yo.A todo esto, cuando mi mamá tenía como ocho meses de embarazo se devolvió a Santiago, porque ella sabía que era peligroso tenerme en Horcón sin la asistencia médica necesaria, así es que tuvo que pedirle a una tía de ella, hermana de su mamá que la recibiera hasta que yo naciera.La Tata, así le decían a mi tía abuela, fue una mujer maravillosa que no se preocupo del que dirán y la recibió con los brazos abiertos. Ella fue mi madrina de bautizo. Me bautizaron recién nacida, porque el parto fue tan dífícil que casi mi mamá y yo estuvimos a punto de morir, porque yo quede encajada en el canal de parto y la matrona espero 24 horas sin hacer nada ni llamar el médico.Por esas casualidades de la vida, paso un doctor que conocía a la hermana de mi mamá, que la había acompañado a la clínica, y que era vecino de ellas en la casa de mi abuela, al saludarla y preguntarle porque estaba ahí, mi tía le contó lo que estaba pasando con mi mamá. El médico indignado partió gritando por la clínica que le llevaran los instrumentos y retando a medio mundo. Mi mamá estaba casi en estado de semi-inconciencia y el médico le dijo que me tenía que trozar porque yo estaba mal encajada y ella se iba a morir. Mi mamá le dijó que por ningún motivo, que me sacara como pudiera y que si no se podía nos moriríamos las dos. Me sacaron con forceps, con la cabeza llena de hematomas de sangre, pero bien.Todo esto fue tan rápido que mi mamá al despertar al día siguiente, porque se desmayó, no sabía que había pasado conmigo. Al rato entra una enfermera con la guagua más linda, según mi mamá, que había en el mundo.Cuando ya había pasado todo y las dos estabamos bien, llegó mi papá (tercera vez que venía a Santiago). Ese mismo día se devolvío a Horcón, porque tenía que trabajar.En cuanto mi mamá se recuperó bien, volvíó a Horcón. (a todo esto, cuando mi mamá le pidió asilo a su mamá en la casa, no la recibieron)....


Mi padre y mi madre (parte 8)


Yo era la regalona de mi papá, sólo quería estar con él. Mi mamá tuvo que volver a trabajar y contrató una niñera del pueblo para que me cuidaráa porque ella trabajaba durante el día y mi papá parte del día y gran parte de la noche.Al cabo de un tiempo empezaron algunos problemas entre ellos, por la diferencia social de ambos. Mi mamá ya no le pasaba todo el sueldo a mi papá, porque para ella era imprescindible comprar pomadas súper caras, por que yo tenía la piel super delicada y me cocía mucho. (en ese tiempo no existían los pañales desechables). Para él sólo significaba que a ella le gustaba botar la plata porque desde siempre había visto que los niños andaban a popo pelado y a lo más les echaban aceite de comer.Él quería comprarse otra lancha, pero se iba a demorar mucho más tiempo.Cuando yo tenía como un año, le llegó el comentario a mi mamá que mi papá "andaba" con la niñera. (pueblo chico, infierno grande) Ella no podía creer algo así. Su marido era maravilloso y jamás se comportaría de esa forma. Estaba perdidamente enamorada.Fueron tantos los comentarios y algunas actitudes de mi papá que un día él salió en la noche y mi mamá lo siguió (ella ya estaba embarazada de mi hermana). Lo siguió en una noche sólo alumbrada por la enorme luna. Y lo pilló con esta tipa entre las rocas al final de la playa (donde ahora esta la feria artesanal.Se devolvió a la casa sin querer creer que era verdad lo que le habían contado y que ella misma había visto.Resultó por lo que me cuenta mi mamá, que mi papá sabía desde siempre que ella era una de las tantas que esperaban a los choferes de las micros para "atenderlos" y la conocía perfectamente, pero no le contó a mi mamá cuando la contrató.Para no hacer escándalos, no le mencionó nada, pero salía a trabajar todos los días sabiendo que la Sara estaba con su marido y su hija.Al final, cuando no resistió más, delante de mi papá, la Sara le dijo a mi mamá que era la amante de mi papá y que desde siempre había estado con mi papá y él tirado en la cama dijo: "ya, no sigan peleando". Como no lo negó, mi mamá en un ataque de rabia le dio una inmensa cachetada a mi papá y salió arrancando de la casa, porque le tenía temor. Mi papá se paró rápido de la cama y agarró a la Sara y le pegó con toda su furia. Mi mamá estaba a punto de tener a mi hermana. Era pleno invierno y se tuvo que venir a Santiago con siete meses de embarazo porque tenía síntomas de pérdida.Imagínense por un minuto lo que es estar perdidamente enamorada, con el hombre de tu vida (para ella la perfección hecha hombre), habiendo dejado todo atrás por él, y tener que ir a trabajar sabiendo que tu marido esta con tu hija y con tu marido en tu cama, mientras estas de nuevo embarazada y trabajando como bestia para salir adelante.Tienen que haber sido meses horrorosos. Pero mi mamá se había casado para toda la vida, hasta que la muerte los separara y tenía que aceptar sufrir no más. Ella es súper católica y para ella eran pruebas que Dios le estaba dando y las tenía que aceptar.Se vinó conmigo y con esta tipa porque no tenía quien me cuidara mientras nacía mi hermana. Al poco tiempo de llegar a Santiago, le vino una hemorragia brutal y nació mi hermana. También casi se mueren las dos.Mucho tiempo después le contaron en el pueblo porque esta tipa siempre andaba con abrigo, aún dentro de la casa. Resulta que estaba embarazada de mellizos y no quería que mi mamá se enterara por amenazas de mi papá, entonces esperó pacientemente, sabiendo que mi mamá se podía morir en el parto. Pero Dios no quería eso, mi mamá se recuperó y volviendo a Horcón la Sara se hizo un aborto.Cuando mi mamá tuvo que reintegrarse al trabajo, contrató otra persona para que cuidara a mi hermana que era sumamente delicada, y supuso que habiendo otra persona en la casa ya mi papá no seguiría metiéndose con la Sara, pero se equivocó.....


Mi padre y mi madre (parte 9)

Pasaba el tiempo y mi mamá seguía enamorada como el primer día. Tenían peleas por celos de mi mamá hasta que despidió a la Sara y y siguió con otras empleadas.Mi papá se compró la segunda lancha gracias a mi mamá, importó un super motor de Estados Unidos y empezó a ganar bastante bien.Mi mamá compró un terreno en el pasaje Miramar, frente a la playa y se consiguió unos planos para construirse una estupenda casa. Esto fue unos dos años después de nacida mi hermana. Para ese tiempo era una súper casa, con grandes ventanales en toda la casa, con vista a la caleta, a la playa, a la puntilla, una vista espectacular. Ya estaba comenzando la construcción, que al ser en el cerro mi papá tomó todas las precauciones para que estuviera súper bien enclavada, con grandes pilares para la terraza y unos arbustos grandes que mantienen apretado el terreno bajo la casa hasta el camino. Desde la playa se veía una cabaña entre los gigantescos matorrales verdes.Mi mamá estaba embarazada de mi hermano chico, los problemas seguían porque mi papá era un descarado que no podía estar sin mujeres y en todos los embarazos no tocaba a mi mamá.Un día al parecer en una tremenda pelea, por sus salidas de noche, (mi mamá tenía ocho meses de embarazo), le pegó. La tiro contra una pared de una cachetada y mi mamá se cayó al suelo y él le gritaba que no quería tener esa guagua y la empezó a patear. Mi mamá para que no le llegarán patadas en la guata, tirada en el suelo se protegió la guata y le llegaron todos los golpes en los pechos, que la dejaron morados por varios meses. Cuando mi papá se calmó, mi mamá se paró y le dijo: por fin me doy cuenta que no me quieres. Me voy a Santiago. Mi papá le dijó que se fuera ella pero que nos dejara a nosotras. Mi mamá le respondió que ella se iba con nosotras.Al día siguiente, consiguió un camión para fletes con un conocido en ENAMI, y mientras mi papá estaba en la mar, se arrancó con la ayuda de su suegra y de su cuñada.Le dejó la cama y el comedor, que los había comprado ella, y se trajo todo lo demás que también lo había comprado ella.Llegó a Santiago como a las tres de la mañana con nosotras, yo de tres años y medio, mi hermana de dos y la guata de ocho meses. Se fue directo a la casa de su mamá. No tenía a donde ir. Mi abuelo había muerto varios años atrás. Mi abuela la recibió porque no le quedó otra, pero le dio un pieza que había al final de la casa donde teníamos que dormir todos más una niñera.Cuenta que yo pasé seis meses llorando y llamando a mi papá. Que nadie me podía consolar, porque yo sólo adoraba a mi papá y pasaba siempre en sus brazos, hasta que se separaron. Un día nunca más lo llamé ni pregunte por él.Pidió el traslado a ENAMI Santiago, y comenzó a trabajar como enana para podernos mantener. Había nacido mi hermano. Después de trabajar en ENAMI se iba a trabajar de camarera al hotel Sheraton hasta las 12:00 de la noche. Casi no nos veía. Se dedicó a trabajar y trabajar para poder salir de la casa de mi abuela donde le hacían la vida imposible.Cuando yo tenía siete años se compró una casa en La Florida y nos cambiamos. Ella seguía trabajando como loca para mantenernos.La Tata nos pagaba los colegios, a nosotras Las Teresianas y a mi hermano el San Ignacio.También a esa edad recién empecé a preguntar quien era mi papá, porque todos las otras niñas tenían y nosotros no. (Él nunca se comunicó con nosotros, ni nos mantuvo ni nos vino a ver, nada, para nosotros era un desconocido).Mi mamá nos llevó a Horcón a "conocer a mi papá" un fin de semana largo. Nos quedamos en la casa que ya se había terminado hacía varios años y donde mi papá vivía. Ellos tuvieron como una segunda luna de miel ese fin de semana y él le pidió a mi mamá que se devolviera a Horcón y comenzaran de nuevo. Mi mamá le dijó que no, porque nosotros estabamos en buenos colegios, teníamos casa y allá lo único que tendríamos de futuro sería casarnos con alguien de allá, trabajar, como lo hacían en ese tiempo todas las niñas desde pequeñas y que ella no quería eso para nosotras. También le dijo que lo seguía amando y que se iba a ir a Horcón cuando jubilara y nosotros fuéramos grandes.Creo que esos tres días fueron los más lindos que tuve en mi niñez. Mi papá me regaloneo todos los días, me tomaba en brazos, me daba besos, me hacía cariño. Eso lo recuerdo súper claro y también recuerdo que veía a mi mamá caminar por la playa larga abrazada a mi papá y nosotros tres corriendo adelante. Fue maravilloso. Cuando nos devolvimos, nos fue a dejar a la micro. Lloré todo el camino devuelta. Recuerdo que sentía que me separaban de lo que yo más quería.Durante toda nuestra niñez, mi mamá nos mandaba de vacaciones a Horcón. Parecía que vivía sólo, no tenía a nadie en los tres meses que nosotros estabamos allá. De grande me enteré que siempre tenía mujeres viviendo con él, pero delante de nosotros él aparecía como un hombre sólo.Tuvimos una niñez bastante normal, sin mucha plata y sin ver a mi mamá casi nada porque trabajaba miles de horas extraordinarias. La ascendieron varias veces durante los 28 años que trabajo en la ENAMI.Mi papá siguió sin mantenernos, excepto en las vacaciones. Jamás nos llamó para un cumpleaños, ni pascua, ni año nuevo, pero siempre tuve en mi mente esos días en que lo volví a conocer y mi mamá se encargaba de hablarnos maravillas de él, de lo bueno que era, de lo trabajador, de lo distinto que era a todos los demás, del perfecto papá que teníamos y crecimos creyendo todo eso.....


Mi padre y mi madre (parte 10)

Cuando fui más grande, tipo 18 años, íbamos mas seguido, sin mi mamá, a veces los fines de semana, siempre estaba solo.En 1990 empezó a enfermar. En el hospital nunca descubrieron que tenía hasta que después de varias crisis, como en 1993 le detectaron cáncer renal. Ahí se llevó a la Sara a la casa para que lo cuidara. Ya en esa época nosotros sabíamos que había vivido por meses después de la separación, con diferentes mujeres y que a la Sara la tenía como empleada puertas afuera para todo servicio.Ya a esa altura, cuando empezó a enfermar, mi mamá estaba acostumbrada a estar sola y a manejarse sola. Lo amaba mucho pero ya no quería pasar inviernos con frío, en un pueblo chico y sin sus hijos, así que ya había desistido de su idea de volver con él.Los dos últimos años de mi papá fueron horribles. Lo operaron varias veces, le hicieron radioterapia pero el cáncer se había extendido por todos lados y sabíamos que se iba a morir.Lo fuimos a ver varias veces, cada vez estaba peor. Los dos últimos meses era hueso y pellejo. No podía comer, lo habían mandado a morir a la casa.Como siempre había sido pretencioso, le había dicho a mi hermano como quería que lo sepultaran. Dos días antes de morir lo habíamos ido a ver. Entramos de a uno a su pieza. Estaba por minutos consiente. Cuando entre le dije que era yo, le di un beso en la frente y le dije chao, me respondió chao. Cuando entró mi mamá, mi papá le dijo: "Te vas a la oficina, mi mamá le dijo sí, negro. Él le dio un beso y le dijo: "Nos vemos en la noche". Mi mamá salió mal. En ese minuto mi papá al sentir su voz volvió al pasado, como cuando estaban juntos, y se despidió de ella pensando que estaba en la época en que habían sido felices.El 19 de septiembre de 1995, murió. Mi hermano cumplió con lo que le había prometido. Lo tomo en brazos y lo metió en el ataúd al revés. Osea, los pies hacia donde va la cabeza y la cabeza hacía donde van los pies. El no quería por ningún motivo que nadie lo viera en esas condiciones en el funeral. Por esto no se abrió la tapa del ataúd, porque le hubieran visto los pies.Fue una misa normal, excepto porque en la mitad entró un pescador de los antiguos, un poco tomado, con una rosa roja en la mano, se acercó lentamente tambaleándose hasta el ataúd, puso la flor encima y grito muy pero muy fuerte ¡Qué Dios te tenga en su santo reino, Rey de Horcón!.A mi mamá, que muy digna estaba, le rodó una lágrima por la mejilla. Eso fue impresionante para mi porque nunca antes la había visto angustiada y nunca la he visto llorar.Yo no lloré, me salí de mis sentimientos porque a esa altura de la vida ya sabía todo lo que había pasado mi mamá y todo lo que no nos había dado mi papá y quería demostrarle a todo el mundo que yo era fuerte y que mi papá no se merecía ni una lágrima mía. (por dentro estaba destrozada y hubiera querido decirle tantas cosas, haberlo tenido a mi lado, me dejaba alguien a quien yo adoraba pero que no me demostró durante mi vida cuanto me quería). Cuando volví a mi casa, lloré noche y día, pero nunca delante de nadie).Mi mamá esta junto a nosotros, tiene 74 años y se mantiene bastante bien de salud. Pasó cinco años de pololeo maravilloso, 5 años junto al amor de su vida, sola hasta hoy y no ha pasado ni un día desde la muerte de mi papá que no rece por la salvación de su alma...